jueves, 11 de agosto de 2011

Mi logro... ¿ o milagro ?

"Arrodillar: hacer que uno hinque la rodilla o ambas rodillas."

Tal vez suene extraño... pero poder arrodillarme tal vez fue el logro personal más significativo durante mi tiempo como coordinador del escuadrón.

Siempre lo he dicho, si alguien me pidiera que me arrodillase ante el, sea quien sea: mi papá, Bunbury, Obama, Chuchin el de la esquina o el personaje más impactante que habite el planeta.. Mi respuesta sería clara, corta y sobre todas las cosas rotunda: "NO".

Hincarse ante alguien es reconocer que no eres nadie junto a él, que le debes todo y que sin él tu existencia o razón de vida se vería comprometida.

Un ejemplo de ésto lo tenemos en los antiguos guerreros chinos o medievales que, ante sus emperadores o reyes, ponían una rodilla al suelo, en señal de que ellos representaban lo grandioso y divino de sus ideales y de su patria.

Siempre, al regresar victoriosos de una batalla, arrodillados entregaban su espada como ofrenda a sus gobernantes, como queriendo decir que todo el esfuerzo hecho durante la justa siempre había sido motivado por su existencia.



Hoy en día las cosas han cambiado y es muy raro ver a alguien arrodillarse...



Pero, para mí, si existe alguien ante el cual no solo la rodilla se dobla, sino que también, se postra el corazón. El comandante en jefe, el Todopoderoso... Dios, Jesús, Cristo. Nuestro capitán.

Por éso cuando me operaron la rodilla no solo me di cuenta de lo importante que son para sostener el cuerpo, para desplazarte, para correr, jugar futbol etc etc.. pero también para ser quien eres. Para rendir honores como todo buen soldado.


Me preocupaba estar bien para campamento, poder jugar americano, jugar futbol, poder hacer las compras necesarias y manejar, no perderme ninguna actividad del momento más esperado de mi vida...

Y también... me preocupaba poder arrodillarme ante mi Señor...




Por éso hice todo lo que estaba en mis manos, rehabilitacíones, citas con doctores, ejecicios etc...


Pero el último sábado despues de casi 9 años de no faltar a juntas de escuadrón, la última vez que pudiera hacerlo con mi escuadrón pase a dirigir la oración,  tal vez nadie se dio cuenta pero, más que un logro personal, ahí ocurrió un milagro...

El Señor me permitió poder rendirle honores como siempre lo quizé hacer... Con la rodilla doblada y el corazón postrado... De rodillas, como un general lo hace ante ante su comandante en jefe, un guerrero ante su emperador o un caballero ante su rey.

@rrvs18

"Hay dos formas de vivir; una pensando que nada es un milagro. La otra pensando que TODO es un milagro"

ALBERT EINSTEIN

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