Aspirinas para un coma..

Parecía sano, fuerte, que el tiempo no pasaba por él y que no habría nada que pudiera impedirle alimentar y cuidar a su hermosa familia compuesta por varios hijos.

Hace ya varios años del fatal accidente... Algo fuera de su alcance, inexplicable en su momento, lo tiró impidiéndole seguir siendo el padre que estaba llamado a ser: el estado de coma parecía no tener fin.

Doctores de todas las escuelas, las más reconocidas, las más pequeñas, chamanes, hueseros, brujos y demás intentaban descifrar el porque de la repentina falta de salud; algunos se lo achacaban a un problema hereditario, ¡¡por culpa de los que estuvieron antes!!" decían convencidos.. 

Algunos otros decían que no.. que no era hereditario, que el único culpable era el Señor que nunca había sido capaz de cuidar su salud y vivía derrochando, comiendo más de lo que debía y necesitaba, entre otros vicios que nunca supo ni quiso esquivar.

Las versiones eran varias y variadas.. pero éso ahora no era importante!! Lo importante era que se tendría que hacer con el afamado paciente. No podían dejarlo morir, sería un pecado dejar a todos sus hijos sin un padre.. Había que hacer algo urgentemente..

- Lo que esté hombre necesita es una operación a corazón abierto.. No hay duda, habrá que cambiar todo lo malo desde la raíz. Solo así podremos estabilizar y sanar a este pobre hombre.- decía el doctor líder de las decisiones que se tomarían con el paciente.

- Mmmm... no.. no creo, me parece que con unas aspirinas bastará doctor.- respondía otro doctor.

-Pero con aspirinas a penas se estabilizará si  bien nos va !! Y el problema jamás se resolverá..

- Aspirinas...

Y como en las normas médicas establecidas para el caso decía claramente que había que haber consenso para llevar a cabo cualquier media.. Esto resultaba un verdadero problema.

Después de 6 años de "aspirinas" sin mejoría, con caídas repentinas y con una estabilidad engañosa, el nuevo doctor asignado para el paciente proponía:

- Las cosas, conmigo al frente, no pueden seguir igual... Aplicaremos la nueva tecnología médica especializada para casos como los de este señor.

A lo que él otrora líder del caso. Viéndose las uñas, sin siquiera ver al paciente o a su sustituto y negando ligeramente con la cabeza, como dando a entender lo descabellada que le parecía la idea, se limitaba a decir:

-ASPIRINAS... Serán aspirinas doctor..

Lo que los doctores olvidaban es que el señor no requería estabilidad, no necesitaba seguir vivo gracias a una máquina. Necesitaba vivir realmente, caminar, correr, abrir los ojos.. Principalmente por una razón: sus hijos.

Los hijos olvidados que tendrían que pagar durante años y años los servicios médicos incompetentes a unos doctores que lo único que se dedicaban a hacer era suministrar aspirinas al paciente, darles falsas esperanzas a sus hijos... Ahh claro.. y cobrar $$$...

LO TRISTE: LA HISTORIA ES VERÍDICA...

El Señor se llama "Economía Mexicana", sus hijos son los más de 100 millones de mexicanos acostumbrados a recibir atole con el dedo de los "doctores", que no son otra cosa que la bola de políticos incompetentes y corruptos, que con tal de no favorecer intereses políticos ajenos a sus partidos son capaces de olvidar su razón de ser: la salud del pueblo. 


Frenar reformas económicas necesarias en pro de intereses políticos es el pan de cada día para ellos. De éso viven (en la opulencia), mientras su gente muere de hambre o por falta de atención médica básica..

Espero que ésta pequeña historia los incite a reflexionar y, desde su campo de acción, hacer algo para mejorar no solo a la economía, sino la seguridad, los valores y la confianza en una sociedad que al parecer carece de líderes dispuestos a enfrentar la realidad sin tapujos.

Por último quiero dar las gracias a mi profesor de economía.. el "Sr. Mtro. y catedratico" Miguel Viramontes, "el amigo" .. por sus siempre atinados comentarios y su búsqueda de formar conciencia en sus alumnos, como las personas destinadas a decidir el país en que viviremos que somos.

Su servidor y amigo..

Rafael Ruiz Velasco Santacruz